Cuando el índice de Shanghái superó los 3400 puntos en agosto y el índice de ChiNext subió más del 7%, mientras que el índice CSI 300 regresó por encima de los 4000 puntos, el presidente de la Reserva Federal (FED), Jerome Powell, se enfrenta a una situación desconcertante. Es muy probable que en su escritorio haya dos informes completamente diferentes: uno que muestra el sólido desempeño del mercado de valores oriental, y otro que refleja la debilidad del mercado laboral estadounidense. Este marcado contraste ha empujado a la Reserva Federal (FED) a un dilema político inesperado, ya que su plan de contener el mercado oriental a través de altas tasas de interés ha fracasado por completo.
Al revisar junio de 2025, podemos ver claramente que ese debió ser el mejor momento para que La Reserva Federal (FED) bajara las tasas de interés. Las señales del mercado en ese momento eran claras: los mercados bursátiles orientales ya habían caído a su punto más bajo, el A-share alcanzó un mínimo de 2885 puntos el 15 de junio, con valoraciones en su nivel más bajo en casi diez años. La relación precio-beneficio del índice CSI 300 era de solo 9.8 veces, cerca del punto más bajo del mercado bajista de 2018. Al mismo tiempo, el índice Hang Seng de Hong Kong cayó cerca de los 16000 puntos, y la proporción de acciones en manos extranjeras se redujo al 18%, mostrando una clara oportunidad de compra.
Mientras tanto, la economía estadounidense también muestra señales adecuadas para recortes en la tasa de interés. En mayo, el número de nuevos empleos no agrícolas en Estados Unidos fue de solo 158,000, muy por debajo de la expectativa de 220,000; la tasa de desempleo subió del 3.6% al 3.8%; el PMI manufacturero ha estado por debajo de la línea de crecimiento durante tres meses consecutivos. Más importante aún, el índice de precios PCE subyacente cayó interanualmente al 2.8%, acercándose al objetivo de inflación del 2% de la Reserva Federal (FED).
Esta rara oportunidad de mercado debería haber llevado a La Reserva Federal (FED) a tomar medidas para reducir las tasas de interés, pero se perdieron esta posible oportunidad estratégica que puede que no vuelva a presentarse. Hoy en día, con el fuerte repunte de los mercados orientales y la continua debilidad de la economía estadounidense, La Reserva Federal (FED) se encuentra en un dilema. Deben enfrentar los desafíos de la economía nacional, al mismo tiempo que consideran los cambios en los mercados globales, especialmente el auge de los mercados orientales. Esta compleja situación hace que la formulación de políticas de La Reserva Federal (FED) sea más difícil y destaca los profundos cambios que se están produciendo en la estructura de la economía global.
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MEVSupportGroup
· 08-25 10:51
Dale una bofetada a Bao Bei, ¿quién te dijo que no bajaras las tasas de interés?
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SadMoneyMeow
· 08-25 10:50
Riendo hasta morir, la Tasa de interés alta no puede controlar las Acciones tipo A.
Cuando el índice de Shanghái superó los 3400 puntos en agosto y el índice de ChiNext subió más del 7%, mientras que el índice CSI 300 regresó por encima de los 4000 puntos, el presidente de la Reserva Federal (FED), Jerome Powell, se enfrenta a una situación desconcertante. Es muy probable que en su escritorio haya dos informes completamente diferentes: uno que muestra el sólido desempeño del mercado de valores oriental, y otro que refleja la debilidad del mercado laboral estadounidense. Este marcado contraste ha empujado a la Reserva Federal (FED) a un dilema político inesperado, ya que su plan de contener el mercado oriental a través de altas tasas de interés ha fracasado por completo.
Al revisar junio de 2025, podemos ver claramente que ese debió ser el mejor momento para que La Reserva Federal (FED) bajara las tasas de interés. Las señales del mercado en ese momento eran claras: los mercados bursátiles orientales ya habían caído a su punto más bajo, el A-share alcanzó un mínimo de 2885 puntos el 15 de junio, con valoraciones en su nivel más bajo en casi diez años. La relación precio-beneficio del índice CSI 300 era de solo 9.8 veces, cerca del punto más bajo del mercado bajista de 2018. Al mismo tiempo, el índice Hang Seng de Hong Kong cayó cerca de los 16000 puntos, y la proporción de acciones en manos extranjeras se redujo al 18%, mostrando una clara oportunidad de compra.
Mientras tanto, la economía estadounidense también muestra señales adecuadas para recortes en la tasa de interés. En mayo, el número de nuevos empleos no agrícolas en Estados Unidos fue de solo 158,000, muy por debajo de la expectativa de 220,000; la tasa de desempleo subió del 3.6% al 3.8%; el PMI manufacturero ha estado por debajo de la línea de crecimiento durante tres meses consecutivos. Más importante aún, el índice de precios PCE subyacente cayó interanualmente al 2.8%, acercándose al objetivo de inflación del 2% de la Reserva Federal (FED).
Esta rara oportunidad de mercado debería haber llevado a La Reserva Federal (FED) a tomar medidas para reducir las tasas de interés, pero se perdieron esta posible oportunidad estratégica que puede que no vuelva a presentarse. Hoy en día, con el fuerte repunte de los mercados orientales y la continua debilidad de la economía estadounidense, La Reserva Federal (FED) se encuentra en un dilema. Deben enfrentar los desafíos de la economía nacional, al mismo tiempo que consideran los cambios en los mercados globales, especialmente el auge de los mercados orientales. Esta compleja situación hace que la formulación de políticas de La Reserva Federal (FED) sea más difícil y destaca los profundos cambios que se están produciendo en la estructura de la economía global.